Bob Dylan - Blood on The Tracks / January 20,
1975
Beck – Sea Change / September 24, 2002
Rhye – Woman / March 1,
2013
A veces la necesidad de expresar
algún sentimiento y sobre todo de hacer salir alguna situación extraordinaria
en la vida, genera válvulas de escape por demás diversas. Lágrimas, cartas,
peleas, melancolía, cambios de imagen, gritos, pláticas y cantidad inmensa de
expresiones tanto positivas como negativas. En el caso de las separaciones
entre dos personas y música que ha salido de ello hay infinidad de ejemplos.
Quiero enfocarme en tres.
Y es que las separaciones pueden
ser voluntarias, forzadas, convenientes e incluso necesarias. Las tramas de los
sentimientos románticos tienen vuelcos, subidas, bajadas, cambios y de ellos se
alimentan. No te puedes sentir tan bien si antes no has pasado un mal rato
predicaría algún loco muy enamorado. De cualquier manera como parte de esta
vida el separarse de alguien es algo inevitable, que sucede tarde o temprano.
Los tres discos estarían mirando
la separación o rompimiento desde una perspectiva masculina pero tienen la
virtud de ser aplicables también para una apreciación del lado femenino (no
feminista). Ya que el dolor, la pasión y el amor real son algo humano.
Sangre en las pistas
Se ha escrito que el Blood on the
Tracks es seguramente uno de los discos más personales de Dylan, uno de sus
trabajos con una carga emocional aplastante además de ser musicalmente alabado
por fans y no tan aferrados al compositor. Se supone que este disco esta
precedido por el divorcio de Dylan de su 1ra esposa Sara.
Las canciones que nos ofrece esta
joya, van desde las historias de amores incompletos que con el paso del tiempo
tienen diversos encuentros enredados en la tristeza (Tangled up in Blue); hasta bellos lamentos para la amada que más
tarde que temprano se irá ('You're Gonna Make Me Lonesome When You Go'). Y qué decir de los
reclamos poéticos en Idiot Wind:
“Incluso tú ayer me tuviste que preguntar qué donde estaba. No puedo creer que
después de tantos años no me conozcas más que eso” ó “no creías que se podía y
al final ganó la guerra después de perder cada batalla”.
Especial atención me merecen 2
canciones ‘Simple Twist of Fate’ donde
se toca un punto importante para que las relaciones se consumen o no. Los giros
del destino que tanto son una ayuda para que se puedan crear el momento
maravilloso del encuentro y que de igual manera pueden deshacer a una pareja.
Por su parte en ‘You’re a Big Girl Now’
la poesía desborda tristeza “El amor es tan simple. Todo el tiempo lo has
sabido/ Yo lo estoy aprendiendo en estos días”. “Me estoy volviendo loco con
este dolor que se detiene e inicia / como un sacacorchos en mi corazón”.
El último baile
Dos amantes estan por separarse y
tienen poco tiempo, no solo de relación sino para pasarla juntos y no volver a
verse. Es la historia que cuenta este disco. Recordar lo sublime de ese primer
encuentro, la delicadeza de los besos, los roces y hacer el amor. Apreciar la
cantidad de belleza que ciertos encuentros regalan y en los que cada momento
representa acercarse a la hora cero, al instante del adiós.
En ‘Open’ el ritmo cadencioso y el momento en que uno admite que se
está enamorado “Soy un tonto por tu vientre/soy un tonto por tu amor”. En ‘The Fall’ empieza la partida: “Hazme el
amor una vez más antes de que te vayas/ ¿porqué no te puedes quedar?...” y la
suplica “no huyas” continúa en ‘Last
Dance’. El disco transcurre entre sonidos elegantes que evocan fechas
pasadas años 80’s y 90´s especificamente. “No me llames ‘amor’ a menos que lo
sientas” sentencia la voz en ‘Shed Some
Blood’. 'Hunger' y ‘3 Days’ son
canciones rítmicas y un tanto alegres casí bailables, pero en 3 days se reafirma el dolor del fin de esa relación
“es mi naturaleza, arruino el amor”.
Hablando de relaciones la voz de
Rhye señala en una entrevista “Lo que hace realmente feliz a la gente es la
intimidad, ser amado”. Quizá sin importar cuanto dure, desde un inicio una relación
se encuentra ya condenada a su fin.
Causa perdida
Sea Change fue un álbum
desconcertante en su momento ¿qué demonios era lo que Beck había hecho? ¿Dónde
estaba el hip hop, los versos sarcásticos, los samples y ruidos que
caracterizaban sus trabajos anteriores? Algunos en su momento entendieron que
este disco “acústico” tenía sus virtudes, no había necesidad de ser comparado
con otros trabajos del mismo artista. De cualquier manera y con el paso del
tiempo el disco es considerado como una joya. ¿Su principal merito? A mi modo
de ver esta en el genial sonido que poseen las canciones en general, la mezcla
de instrumentos y de ideas. Los bajos conviven con baterías intimas, mientras
las voces hacen su aparición con una apabullante presencia (de ánimo y letras
tristes) a través de efectos de sonido que van desde sintetizadores sutiles,
hasta violines y cellos estruendosos y una que otro eco en reversa.
Sónicamente Sea Change es bello y por otro lado la temática está ligada a un rompimiento.
La separación del cantante con su novia/prometida con la cual tenía una
relación de 9 años. Las letras son reflexivas acerca de las pérdidas que bien
pueden ser vistas de manera negativa así como positiva según se quiera. Pero
generalmente duelen. En este caso el disco se enfoca más en salir delante de
estas pérdidas, lamentarse poco y estar convencido en que hay más camino por
delante. Pero el tono triste en la voz de Beck hace difícil creer ese optimismo
de frases como: “Son solo mentiras las que vivo/ son solo lagrimas que lloro/ es
solo a ti a quien pierdo/supongo que estoy haciendo bien” ó “Hay luces
distantes pero nos son muchas/ y el sol no brilla incluso cuando es de día”
dice en la primer canción The Golden Age. Otra canción se titula “Lagrimas Solitarias”. En la canción más
conocida, Lost Cause, señala: “Estoy
cansado de pelear por una causa perdida”.
La compañía que ofrecen estos 3 trabajos
para todos aquellos que nos hemos sentido abandonados, tristes por una
separación o adoloridos por los caminos del amor, es incomparable. Porque quizá
en alguna canción o alguna frase encontremos aliento al sentirnos identificados
por el fabuloso retrato musical de esa serie de sensaciones.
Romeo Jiménez